Qué vas a aprender
Resumen.
El carcinoma hepatocelular (CHC) es la sexta neoplasia más frecuente y la tercera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. Representa el 90% de los tumores hepáticos primarios y aparece predominantemente en varones, siendo su incidencia creciente. La mayoría de los casos se desarrollan sobre hígados cirróticos, con etiología predominante en VHC, VHB y consumo de alcohol.
Factores de riesgo y prevención
El riesgo se relaciona directamente con el grado de fibrosis hepática. La prevención se basa en evitar la progresión a cirrosis (vacunación y tratamiento de VHB/VHC, pérdida de peso, consumo de café) y en la inclusión de pacientes de riesgo en programas de cribado.
Cribado
Indicaciones: pacientes con cirrosis o aquellos con posibilidad de recibir tratamiento curativo. Método: ecografía abdominal cada 6 meses ± alfafetoproteína. La ecografía debe ser realizada por personal experto.
Diagnóstico
En pacientes con cirrosis, VHB o diagnóstico previo de CHC, puede hacerse diagnóstico no invasivo con TC/RM dinámica si hay una lesión >1 cm con captación arterial y lavado venoso. Si no cumple criterios radiológicos típicos, está indicada biopsia hepática dirigida.
Estadiaje
Se recomienda la clasificación BCLC, que considera estadio tumoral, función hepática y síntomas. La alfafetoproteína tiene valor pronóstico. Se debe realizar TC toraco-abdomino-pélvico con contraste a todos los pacientes.
Tratamiento
Requiere un enfoque multidisciplinar. Las opciones incluyen:
- Resección hepática: preferible en hígado no cirrótico y con buena función hepática.
- Trasplante hepático: indicado según criterios de Milán o criterios expandidos (número/tamaño de nódulos, AFP).
- Ablación (Radiofrecuencia, Microondas, etanolización): indicada en estadios muy iniciales si no hay opción quirúrgica.
- TACE (quimioembolización): en estadio intermedio sin invasión vascular ni metástasis. Aumenta la supervivencia.
- TARE (radioembolización): alternativa en casos seleccionados.
- Tratamiento sistémico: en estadios avanzados o tras fallo de tratamientos locorregionales. Incluye inmunoterapia (atezolizumab/bevacizumab, durvalumab/tremelimumab) e inhibidores de tirosina quinasa (sorafenib, lenvatinib, regorafenib, cabozantinib).
Conclusiones
El CHC es prevenible y tratable si se detecta precozmente. La inclusión en programas de cribado y el abordaje multidisciplinar son claves para mejorar la supervivencia.
Objetivos de aprendizaje:
- Identificar la epidemiología y los factores de riesgo principales del CHC.
- Conocer las estrategias de prevención y criterios de inclusión en cribado.
- Describir los métodos diagnósticos, incluyendo criterios radiológicos y rol de la biopsia.
- Aplicar la clasificación BCLC para estadiaje y toma de decisiones terapéuticas.
- Revisar las principales modalidades de tratamiento según el estadio del CHC.
- Reconocer la importancia del abordaje multidisciplinar en el manejo del CHC.
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